Los niños/as “odian” las matemáticas por muchas razones, si tu hijo/a siente lo mismo, no te preocupes, no estas sola. Algunos la encuentran muy difícil, otros se sienten abrumados, y muchos simplemente se sienten aburridos por la tarea. En ocasiones, a veces más frecuente de lo que creerías, es porque no entienden el tema. Sobre todo, algunos odian las matemáticas porque no se les ha enseñado a amarla.
-No me gustan las matemáticas, no quiero hacer mate-
Casi todos los niños siempre.
Una situación en la que podemos estar todos de acuerdo, es cuando le decimos a un niño o niña que debe hacer su tarea de matemáticas ¡y no le gustan! Parece una historia de terror. La queja constante, el llanto, la frustración y en ocasiones, hasta un berrinche son una batalla tan grande que puede arruinar el mejor de los días.
Como padres buscamos soluciones que pueden ser momentáneas: premios o recompensas, amenazas o castigos. A pesar de tener las mejores intenciones, no ayudan a nuestros hijos a cruzar al maravilloso mundo que es las matemáticas.
Tu meta no es que tu hijo ame las matemáticas, tu meta es que disfrute aprender y que el nivel de dificultad o la carga de tarea, no se convierta en frustración. Te dejamos algunos consejos para lograr esta meta:
1. Como Ricitos de Oro, encuentra el tazón tibio.
Todos conocemos la historia, el tazón de papá estaba muy caliente y el tazón de mamá muy frio. Pero el tazón de osito era perfecto para ella.
Lo mismo sucede con la tarea de las matemáticas. ¿Qué es lo que mas se le dificulta al momento de hacer tareas?
Si su frustración viene de tener que hacer 45 problemas para la próxima semana, divide la tarea a lo largo de varios días. Es posible que sea un tema que ya maneja y sea fácil resolver los 45 problemas, solamente necesita orientación, ya que la cantidad impresiona.

También puede suceder el extremo opuesto, que el tema sea tan difícil que 45 problemas es demasiado abrumador. Puedes ayudarle con un número menor de problemas donde practique el tema, ya sea que no le entiende o si ya lo maneja, esto puede ser el perfecto balance.
Si su frustración proviene de no entender el tema, y quizás no tienes el tiempo para explicarle, contrata un tutor privado que repase el tema con él. En muchas ocasiones, la matemática tiene ciertas secuencias para solucionar un problema, y el poder hacer preguntas que le ayuden a tu hijo/a recordar cual es el siguiente paso puede ser de mucha ayuda para disminuir los sentimientos de frustración o incapacidad.
2. Primero la semilla, luego el árbol frondoso.
Cuando estas tratando de tener un árbol que te de sombra cuando el sol resplandeciente pega en tu ventana mientras trabajas, primero inicias por la semilla y eventualmente el árbol crece y se convierte en un árbol frondoso.
Por lo general, las matemáticas se enseñan desde lo más general hasta lo más profundo. Solo recuerda, primero te enseñaron los números y sus cantidades, luego aprendiste como uniendo cantidades puedes hacer más y quitando cantidades puedes hacer menos. De estos pasos, llegaste a poder saber que hay numero muy grande y hay fracciones.
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Lo mismo sucede con los temas en el currículo o libro de tu hijo. Empieza por algo general y llegamos al tema más profundo, donde todos los conocimientos aprendidos previamente trabajan juntos para solucionar problemas.
Encontrar la semilla, el tema donde tu hijo no comprendió o no logro practicar lo suficiente para manejarlo es la clave. Una vez que encuentres este tema, lo repases y lo practiquen, podrás ayudar al árbol a crecer frondoso.
3. Lo que tu dices acerca de la matemática, tu hijo/a lo piensa
¿Cuántos artículos para padres has leído donde te han mencionado que lo que tu modelas es como tu hijo/a actúa? Esto aplica para todo, especialmente aquellas tareas o trabajos que no nos gustan y no queremos hacer.
No se trata de enseñarle a los niños y niñas que el mundo es color de rosa, pero es la actitud que adoptamos los adultos hacia las tareas y trabajos, nos gusten o no. Solo imagina, ¿a tu hijo le gusta el futbol porque mamá y papá lo llevan al estadio y ven los partidos juntos o porque nació sabiendo de futbol? Nuestro entorno ayuda o evita que nos agrade o desagrade algo.
Entonces, cuando tu hijo esta frustrado por que no le gustan las matemáticas, ¿Qué le respondes? ¿Le dices que sí, que a papa o mama tampoco le gustan pero que hay que hacerlo porque es la tarea? ¿O le dices “intentemos juntos para ver si juntos podemos lograrlo”?
Las palabras y las acciones que tomas cuando vas de compras, sigues recetas o haces cualquier otra actividad que involucre las matemáticas, es lo que tu hijo/a piensa acerca de ellas. Ayuda a tu hijo/a a sentirse orgulloso del esfuerzo que hace al resolver un problema. Si las matemáticas a ti no te agradan, no tienes que hablar positivamente de ellas, pero si se neutral hacia ellas.
4. Los materiales manipulativos son tu mejor aliado
En la pedagogía, los manipulativos se utilizan como recurso para poder concretamente enseñar ciertas habilidades. Cuando hablamos de manipulativos podemos mencionar: taparroscas, cubos, ositos, formas de diferentes materiales, piedras pequeñas y botones.
A medida que los niños van pasando de nivel, el uso de manipulativos se disminuye, haciendo las tareas de matemáticas más rutinarias: papel y lápiz. Los manipulativos pueden hacer de las matemáticas una actividad más amena, como un juego en lugar de una tarea. Incluso, puedes incluir a tu hijo/a en escoger que recolectaras para el uso de manipulativos, y una vez tengas una variedad, pueda escoger de acuerdo a su gusto que manipulativo quiere utilizar.
De esta manera, las sumas o las restas, incluso las matemáticas se convierten en un juego de contar, poner o quitar, hacer grupos, más que de solo papel y lápiz.
5. Los números están a nuestro alrededor, úsalos.
Dia a día utilizamos un gran numero de operaciones y habilidades matemáticas: desde si la canasta que guarda nuestros juguetes tiene las dimensiones para estar en el estante hasta cuantos huevos debemos comprar para una semana si cocinas cuatro todas las noches.
El involucrar a tu hijo/a a colaborar en estas situaciones fomenta que deje de ver los números solamente como algo que me enseñan en la escuela y conocer la aplicación de sumas, restas, multiplicaciones y divisiones en el mundo real.
El colaborar en estas situaciones también fomenta la práctica para estas operaciones y habilidades matemáticas, lo que lo motivara a no sentir que es un tema aislado, pero algo que le puede servir.
Equipo de profesninja